¡Saludos!
Vengo
hoy con otra reseña literaria. En los últimos tiempos he entrado en furia
lectora, supongo que en previsión del nacimiento de mi princesa guerrera, lo
cual destruirá mi tiempo libre, así que me he terminado la novela Corvus, de
Paul Kearney, el segundo libro perteneciente a la Trilogía de los Macht.
Personalmente
descubrí a este autor con sus Monarquías de Dios, su pentalogía de novelas de
“fantasía histórica”. Digo esto porque, aunque los mundos en los que Kearney
basa sus libros son, aunque ficticios, fuertemente influenciados por nuestra
historia real, de modo que, en las Monarquías de Dios, donde se enfrentan dos
facciones de creencias religiosas diferentes, podría verse claramente el
conflicto entre cristianismo y las religiones árabes.
Y en
este caso, los Macht sería un trasunto del pueblo griego, gente bien entrenada,
que viven en ciudades-estado independientes, y para los que la batalla es algo
tan natural como respirar. Sus mejores guerreros son poseedores además de unas
armaduras místicas, la Maldición de Dios o Don de Antimone, que les otorga un
gran respecto allá donde van.
Estos
macht viven enfrentados a un enormísimo Imperio, el Kufr, en el que podemos ver
claramente reflejado a los persas de la antigüedad.
Bien,
en el primer libro de la trilogía, los Diez Mil, el autor nos relata su
particular visión de la Anábasis de Jenofonte, donde un ejercito mercenario de
los match es contratado por un príncipe kufr para derrotar a su hermano el
emperador. Sin querer contar demasiado del libro, digamos que la cosa no sale
tan bien como debería, y los soldados se ven obligados a retirarse a través de
muchos kilómetros en tierras enemigas, luchando a cada paso por su vida, en una
gesta heroica que perdurará en la memoria de sus rivales.
Pues en
este segundo libro, nos encontramos al protagonista del primero, Rictus de
Isca, ahora un veterano líder de los mercenarios Cabezas de Perro, que ha
adquirido una gran fama entre los match por la odisea que lideró veinte años
atrás para escapar del imperio kufr a sangre y fuego.
Rictus,
a diferencia del primer libro, donde era un joven impulsivo y arrojado, ha
notado el paso de los años sobre él. Está cansado de esta vida, y una parte de
él quiere dejarlo todo y vivir con su familia, pero en su interior, sabe que la
guerra es su vida.
En
medio de esta dicotomía espiritual, aparece Corvus. Un misterioso muchacho que
ha conquistado nadie sabe muy bien cómo, el este de los territorios match. Los
rumores se disparan alrededor del joven soñador, y Rictus no puede mantenerse
al margen, con lo cual se ve metido hasta el fondo en un nuevo jaleo arrastrado
por el carisma de Corvus.
Por lo
que he visto en la novela, Corvus vendría a ser un Alejandro Magno. Un chico
joven, con talento para la batalla, carismático, que sabe hacerse querer por
sus hombres… y tal y como termina la novela (aunque no voy a soltar spoilers)
creo que está bastante claro por donde van a ir los tiros de la tercera y
última.
Me
gusta mucho como escribe Kearney. Es sencillo, directo, casi diría que marcial.
Se nota que disfruta en las situaciones de batalla, y creo que describe de
forma magistral lo que ocurre durante los combates, los movimientos de tropas,
la sensación de los guerreros en medio de las falanges, el sudor y la sangre,
el miedo y lo importante que es la moral en estos casos.
Vamos,
que podría perfectamente dedicarse a escribir literatura histórica sin ningún
tipo de problemas. Quizá si pudiera reprochársele algo, podría ser que no suele
profundizar en los personajes. A Rictus por ejemplo lo conocemos ya de la
novela anterior, pero cuando termina esta, te queda la sensación de que apenas
hemos atisbado en el misterioso Corvus.
Es un
autor que suele ir al grano, lo cual también me gusta. No se pierde con paja
innecesaria, sino que sabe lo que quiere contar y cómo lo quiere hacer, lo cual
a veces es de agradecer, sobre todo con la manía que impera últimamente de
alargar las novelas hasta el infinito y más allá con cosas que realmente no
importan a nadie, con Martin y Rothfuss como máximos exponentes. Soy consciente
de que me meto mucho con Martin, pero es que es pensar en lo que hacen autores
como Weeks, Sanderson y demás, y me enveneno XD.
Creo
que es uno de esos autores que tienen mucha menos repercusión de la que se
merece, y tampoco ayuda el precio de los libros. Sé que Alamut ha tenido
problemas a la hora de editar los libros, porque no se vendía lo suficiente,
pero la verdad que esos precios no ayudan.
De
hecho, probablemente, si no fuera porque conocía al autor e iba sobre seguro,
no habría comprado los libros, así que imagino que mucha gente será igual. Así que
si puedo aportar mi granito de arena para que la gente conozca a Kearney, lo
haré.
Si os
gustan las novelas de corte bélico, os gustará esta trilogía. Ya comentaré la
conclusión de la misma cuando lea Reyes del Amanecer.
¡Nos
leemos!