3 sept 2009

Ríos de Tinta 09: Los Leones de Al-Rassan

¡Saludos a los Viajeros!

Poco a poco voy saliendo de la pereza del verano, sólo para sustituirla por el agobio del trabajo, lo cual deja resultados similares, es decir, escasez de tiempo y ganas para actualizar el blog, al cual tengo más que abandonadito.

Pero retorno de mi retiro forzoso para hablar del último libro que he devorado, y digo devorado porque lo terminé en un par de días, y teniendo en cuenta mi actual ritmo de lectura, dice mucho a favor de la calidad del mismo. Estoy hablando de los Leones de Al-Rassan, una novela de Guy Gavriel Kay, también autor de la trilogía el Tapiz de Fionavar.


Debo decir que mi único contacto con el autor había sido el primer volumen de la citada trilogía, que me dejó muy mal sabor de boca. Ya la contraportada me hacía dudar, pues ponía algo similar a: "colaborador de Cristopher Tolkien con los escritos de su padre" o algo así con otras palabras. Automáticamente pensé, Dios los cría y ellos se juntan... si el uno lleva años viviendo de la sombra de su padre, el otro, saca libros a costa del gorrón. Una locura.

Encima el libro era típico, tópico y sacaba ideas de todos los lugares posibles, con lo que consiguió que desistiera de leer los siguientes. Y allí andaba yo, buceando por la red, y no me cansaba de leer buenas críticas de dos novelas de este señor, Tigana, a la que todo el mundo considera una obra de arte, y la que me propongo reseñar, los Leones de Al-Rassan, de forma que cuando esta última se reeditó, con muchas reticencias, la adquirí.

¡Y que buena adquisición! Parece otro autor, completamente alejado de su anterior libro. En esta novela, nos sumerge en Al-Rassan, un lugar ficticio con muchas reminiscencias a la antigua Al-Andalus, donde los asharitas (árabes) son la máxima expresion de la cultura, el saber y la decadencia. En el norte, los jaditas (cristianos) antiguos dueños de Al Rassan, se mantienen en lucha constante contra el sur, mientras los kindath (similares a judíos...) viven como pueden entre los dos mundos.

Es en este mosaico donde Kay nos desvela una interesante trama cuyo peso recae sobre tres personajes principales: el primero,Jehanne, una médico kindath, hija del mejor sanador que jamás había existido, el segundo, Rodrigo Belmonte, un personaje honorable, quizá podríamos decir que es una versión muy libre de nuestro Rodrigo Díaz de Vivar, el Cid. Y por último, y el más importante (en mi opinión) Ammar ibn Khairan, poeta, cortesano, atractivo y embaucador, pero sobre todo, asesino.

La novela comienza con el asesinato del último califa de Al-Rassan a manos del propio Khairan, y a partir de ahí, se teje toda una trama que envuelve a los reinos de Esperaña, con el Rey Ramiro al frente, la Iglesia, que prepara una guerra santa contra los infieles del sur, y la necesidad de sobrevivir de los kindath. Un libro lleno de encanto, con personajes tanto principales como secundarios, llenos de matices, y sobre todo, con una especie de sensación, un saborcillo español que nos hace reconocer (o al menos nos suena...) la gran y épica historia que guarda el pasado de nuestro actualmente apocado país.

Lo clasifico junto al Tejido de la Espada, de Pallarés (reseña en este blog) en la categoría propia de "Fantasía Mediterránea" que tanto me ha gustado. Un libro recomendable cien por cien. Si Tigana es al menos tan bueno como este, lo compraré seguro.

Mi nota: 8

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