7 may 2013

Apocalypse World: Tercera Sesión

El grupo había pasado varios días como “invitados” en el Barracón, la residencia del Coronel, que los quería fuera de circulación durante un tiempo mientras se calmaban las cosas en Mudtown. Durante este tiempo, no se habían tenido noticias de los supervivientes de la banda de Ace, y aunque está claro que el grupo es como una bomba de relojería que puede estallarte en las manos, el Coronel valoraba que le habían librado de uno de sus principales rivales, y prefería tenerlos cerca, así que les iba a mandar a hacer algún trabajito.

Al parecer, un comerciante de la Bóveda, otro asentamiento construido en los restos de una base militar, que recibía el nombre de Prime, había vendido unos bidones de combustible a los hombres del Coronel que resultaron estar adulterados, de forma que mandaría al grupo a “conversar” amablemente con Prime, y recuperar su gasolina.

Mientras tanto, Nixon había empezado a moverse por el Arrabal, buscando a La Víbora, el mafiosillo local que podía proveerle de Polvo Negro, la adictiva a la par que destructiva droga que empezaba a estar de moda en Mudtown. Recorriendo las calles en compañía de sus camaradas, se dieron cuenta de que la mayoría de la gente los reconocía, y muchos los miraban con una mezcla de temor y odio. La verdad es que no estaban haciendo muchos amigos allí.

Se reunieron con Víbora en un cuartucho hecho con planchas, malamente iluminado por un oscilante bombillo. Era un chicano delgado, con el pelo peinado hacia atrás y lleno de tatuajes, que los miraba con superioridad, flanqueado por dos guardaespaldas armados con subfusiles. Tras una larga conversación, acordaron que Víbora les daría algo de material, si a cambio, ellos entregaban un cargamento de droga en Wheeler, a un contacto llamado Princesa.

Además, Nixon se enteró que un hombre llamado Toolson buscaba protección para ir a Las Ruinas, donde se estaba creando un asentamiento. Tras reunirse con él, aceptaron su trato, saldrían en dos días. Hubieron algunas “discusiones” en el grupo sobre el destino del pobre Toolson. Unos decían que esos suministros que llevaban podrían darle buenos beneficios, y otros que les daba pena.. al final, parece que lo ayudarían.

Salieron por la mañana en su vehículo/tartana recién adquirido, dirección a Wheeler. Llegaron a aquel pueblucho, básicamente, un asentamiento comercial, medio dirigido por un viejo llamado Abe Wheeler. Era un pueblo pequeño, erigido a las orillas del menguante río, y no era otra cosa sino un gran mercado. Allí cientos de comerciantes estaban de paso, ofreciendo cosas, trocando otras, exponiendo sus mercancías a lo largo de la explanada protegida por unos muros de chapa bastante frágiles.

Una vez allí, mientras Shadow y Drake se quedaban en el coche, vigilando, Nixon y Natasha se mezclaban con el gentío buscando a Princesa. Al pasar por un puesto ambulante, Natasha escuchó a dos hombres que discutían sobre comprar unos comics para “aquel tío que nos paga bien por ellos”. Repentinamente alerta, pensando que podía ser uno de los fantasmas de su pasado, decidió seguirlos para averiguar dónde estaba aquel comprador de comics.

Comenzó una interesante actuación, en la que se aprovechaba de su aspecto de lolita sexy para pedir ayuda a los dos vagabundos. Uno de ellos, visiblemente embobado ante los encantos de la Zorra Peligrosa, trataba de ayudarla, mientras el otro lo instaba a largarse de allí. En ese momento, aparece Nixon, que en un intento de ayudar a Natasha, echa por tierra su actuación previa, consiguiendo que los vagabundos se piren de allí, aunque al menos, supo que aquel hombre estaba en Puerto Sangre, justo en la frontera del Yermo.

Comentario: Este momento fue un espectáculo. Mientras el jugador de la Zorra Peligrosa trataba de mostrar cómo utilizaba sus “encantos” para encandilar a los dos buscavidas, de repente, sin que ninguno se lo esperara, apareció el personaje del Arreglador, que la cogió por los pelos como si fuera su novio/chulo… obviamente, los buscavidas dijeron “esto no va conmigo “ y casi casi que se piran.

Tras esa pequeña interrupción, llegan ante la presencia de Princesa. Ciento ochenta y pico centímetros de alto, piel de ébano, y unos hermosos y lustrosos 180 kilogramos de puro funky, enfundados en una mini (maxi) falda y una camisa de cuadros anudada, con generoso escote.

- Hola, precioso. He oído que me buscabas…Mmmmm, maduritos, tal y como me gustan – Princesa, conociendo a Nixon.

La mujer se llevó a Nixon a su despacho, y tras unas arduas negociaciones, digamos que los muelles de la cama de Princesa aguantaron como campeones. Tras un largo rato esperando fuera, Natasha vio salir a Nixon con la ropa descompuesta, un cigarro tembloroso en los labios, y una expresión mezcla de satisfacción y temor ante algo nunca visto y vivido. Luego, salieron rumbo a la Bóveda.

Cuando llegaron allí, se encontraron un asentamiento que había crecido alrededor de una antigua base militar. Dejaron el vehículo en un hangar, y justo cuando se disponían a buscar a Prime, se desató el caos. Escucharon explosiones, tiros de armas automáticas y gritos de agonía, todo esto en medio de la noche.

Shadow abrió su mente a la Vorágine para descubrir un gran grupo fuertemente armado que estaba asaltando el asentamiento. El grupo se escondió en el hangar, pero sabían que era un escondite precario. Vieron pasar a un buggy con una ametralladora acoplada y varios moteros con subfusiles. Una de las ráfagas disparadas al azar por los asaltantes casi los hiere, pero consiguieron escapar.

Al final, vieron a un hombre gordo que les hacía señas desde la puerta de un garaje. Fueron hacia allí, y descubrieron gratamente sorprendidos que aquel hombre era Prime, que vivía allí con sus dos hijos, Tum Tum y Silvia. Por ahora no dijeron nada, sino que se apostaron en las ventanas y esperaron. Drake estuvo a punto de disparar varias veces al conductor del buggy, tentado de poseer ese vehículo con tal potencia de fuego, pero al final se contuvo.

Cuando la cosa pareció calmarse, después de varias horas de tensión, comenzó el espectáculo.

Acompañaron a Prime abajo, a su almacén, con la promesa de comerciar con él, y en ese momento le revelaron que venían de parte del Coronel, y se aseguraban que entendía la situación con un par de bofetones así, como el que no quiere la cosa.

Mientras interrogaban al mercader a base de hostias, descubrieron que Prime tenía deudas de juego con alguien poderoso, dato que almacenaron para un posible “trabajillo” y consiguieron un ventajoso acuerdo con el comerciante mientras Nixon decidía mearle encima, para que estuviera calentito. Lo cogieron por el cogote, con la cara hinchada a palos, y se lo llevaron para el piso de arriba.

Cuando Tum Tum,el hijo de Prime, vio lo que habían hecho con su padre, se abalanzó sobre Nixon con un cuchillo, pero consiguieron desarmarlo a tiempo. Ahora…

¿Qué ocurrirá a continuación?

1 comentario:

Unknown dijo...

Genial!

Me está encantando esta partida. Tengo muchas ganas de jugarla, a ver si la próxima semana jugamos sin falta.

Por cierto. Épico el momento del arreglador, que no arregló nada. Será cabrón, los tenía en el bote jajaja