20 nov 2009

Películas Imprescindibles: La Princesa Prometida

¡Saludos a los Viajeros!

He estado pensando, para variar un poco, y como suelo hacer reseñas de películas, voy a dividirlas en dos tipos: las reseñas normales, que seguirán agrupadas bajo la etiqueta de Visiones, y las que voy a inaugurar hoy, bajo el nombre de Imprescindibles.

Como su nombre indica, son esas películas que considero que toda persona debería ver, y a ser posible, tener una copia en casa, ya sea en dvd, cinta, archivo descargado o lo que sea, pero que debe tenerla.

Y comienzo esta nueva “sección”, con la última película que he visto:




“La Princesa Prometida” basada en la novela de William Goldman.




















¡Qué gran película!

Recordaba esta película de cuando era pequeño, pues se estrenó en 1987, y como buen amante de la capa y espada, la aventura y las historias fantásticas, en mi mente se quedó grabada la frase que ya se ha convertido en un clásico:


“Hola. Soy Iñigo Montoya. Tú mataste a mi padre. Prepárate a morir”




Esa escena, el espadachín, español para más señas, herido, espada en mano, repitiendo esa frase sin parar mientras su rival retrocede con más y más temor… ufffff, impagable.

Así, que me decidí a volver a verla. Y la película me trajo recuerdos que el paso del tiempo había borrado. Ese tono de comedia, la fina ironía, los extravagantes personajes secundarios… apenas los recordaba.

De hecho, en mi mente, el protagonista era Iñigo en busca de venganza, cuando en realidad es Wesley, el Hombre de Negro, el enamorado sobre el que gira la trama. Ciertamente es un personaje protagonista típico. Rubio, guapo, buen espadachín, ingenioso.... vamos, el clásico protagonista, que quiere rescatar a la princesa de turno, la bella, lánguida e increíblemente sosa, Buttercup.

Yo comencé a ver la película y me extrañaba de que mi admirado espadachín español saliera tan poco. Pero cada vez que le dejaban robaba todo el protagonismo a Wesley. Es3 duelo en lo alto de los Acantilados de la Locura, además de acción desenfrenada, tiene unos diálogos chispeantes. Para muestra un botón…

- ¿Por qué os reís?- pregunta el Hombre de Negro
- Porque yo se una cosa que vos no sabéis –responde Iñigo
-¿El qué?
- ¡Qué no soy zurdo! – dice cambiándose el arma de mana.
- Pero yo también sé una cosa que vos desconocéis – le responde el Hombre de Negro
- ¿Qué cosa?
- ¡Qué yo tampoco soy zurdo!

Esa escena es un ejemplo claro de cómo debe hacerse un duelo de espadachines, entre chascarrillos y respuestas ingeniosas.



Pero a medida que se acerca el final es cuando Iñigo se apodera por completo de la cinta. Su subtrama de venganza nos importa mucho más que la historia de amor pasteloso de los dos tortolitos, y acompañamos al español a través de los pasillos del castillo, tras el malvado Conde Rugen, el asesino de su padre.



Al final, todo se resuelve como se espera en un cuento de hadas como este, pues después de todo, es eso, un cuento y nada más. ¡Pero qué cuento! Qué bien narrado, sin que pierda el ritmo en ningún momento. Definitivamente una película que no hay que perderse.

Y al final, cuando finalizan los títulos de crédito, la imagen que a uno se le queda grabada a fuego en la mente es un espadachín “español”, mirando fijamente a los ojos de su enemigo, empuñando la espada que su padre, el famoso espadero tardó un año en forjar, y diciendo con frialdad letal:


“Hola. Soy Iñigo Montoya. Tú mataste a mi padre. Prepárate a morir”

3 comentarios:

mondragon lasombra dijo...

En el duelo de esgrima de la cima de los acantilados, durante el mismo citan nombres de tecnicas reales:

"veo que estais usando la defensa Bonetti"

"es la mas adecuada teniendo en cuenta el tipo de terreno"

"naturalmente, esperas que ataque con capoferro"

"naturalmente, pero Thibault cancela a capoferro"

"a no ser que el enemigo no haya estudiado agrippa, como yo he hecho"

Otra cosa es que el esgrima que muestran no se asemeje a esas tecnicas que dialogan :D

Pero me gusta ams todavia el dialogo previo a ese combate, cuando Iñigo ayuda al enmascarado a subir los acantilados de la locura.

François de Fronsac dijo...

Esa conversación mientras sube el acantilado, es una delicia de la caballerosidad y del tono de la película.

La otra noche la comentaron en un programa de radio y volví a disfrutar de los diálogos de esta fantástica (en el doble sentido, de película y contenido) película.

Espero que NUNCA le hagan una nueva versión, que la dejen, nos la dejen.

Alsharak dijo...

La verdad que es una película a la que los años no le pasan factura. Dudo mucho que pueda ser, ya no mejorada, ni siquiera igualada por ningún remake.

Creo que es simplemente genial. Y veo que todos comparten mi gusto con el espadachín español ajaja.

Saludos