7 jun 2010

Pendragón: Año 486, La Aventura de la Espada




“¡Acercaos! ¡Venid todos a escuchar mis palabras! Yo, Gaeldas el Bardo, os contaré las aventuras y desventuras de grandes héroes.Traedme una buena bebida, y os narraré de aquellos tiempos en los que los jóvenes caballeros fueron testigos de prodigios y encantamientos.De cuando ayudaron al sabio Merlín en la fabulosa Aventura de la Espada, combatiendo gigantes y peligros sin fin, y llevando a cabo grandes hechos de armas.¡Venid y acercaos he dicho! Pues así continúa su historia…”

El Invierno alcanzó Britania, y con la llegada de su frío soplo, los caballeros retornaban a sus hogares. Tras el resultado incierto de Mearcred Creek, los guerreros se enteraron de la aplastante derrota que el Duque Lucius de Caercolum había recibido a manos de los sajones desembarcados en el este, con lo que los ánimos no fueron los mejores.

Durante todo el invierno los caballeros hicieron acto de presencia en la corte de su señor, donde un rumor comenzó a adquirir cierta importancia, una embarazosa historia que afectaba al hermano de Sir Langley y a la hermana casada de Sir Garrick, pero la conversación entre ambos caballeros no profundizó demasiado en el tema.

- ¿Mira, qué pasa con tu hermano? – Sir Garrick, investigando la verosimilitud de los insidiosos rumores.

En ese tiempo, las noticias de provechosos saqueos en tierras sajonas llegaban a los oídos de los ardorosos guerreros, que se frotaban las manos con la esperanza de ganar gran gloria, infligir un castigo a los sajones, y sobre todo, ganar algo de botín que sufragara sus inminentes gastos.

En la corte de Sir Roderick, el caballero Sir Garrick continuó galanteando a la bella Lady Adwen, pero al parecer su ardor caballeresco no era aún suficiente para impresionar a la dama. El joven señor de Winterbourne Stoke se encontraba con un escollo insalvable de momento: el dinero.

- ¿Una libra? ¿Pero esta mujer que se ha creído que soy? ¿El rey? – Sir Garrick, asombrado al conocer el precio de su amor.

Por fin, el Conde Roderick les confió sus planes para este año, y la decepción hizo mella en los caballeros. Temeroso de posibles represalias de los sajones, el conde prefirió mandar a los caballeros de patrulla, para evitar posibles incursiones en las fronteras de Salisbury.

De este modo, los cuatro caballeros se vieron cabalgando hacia el sur, hacia el castillo de Ebble, donde pasarían, dios mediante, gran parte de su tiempo.

Mientras avanzaban por el sendero, se encontraron con un anciano encorvado, apoyado en un retorcido cayado, que se plantó delante de ellos suplicante. Los caballeros, suspicaces por naturaleza, desconfiaron de tal anciano, pero escucharon lo que tenía que decirles.

El viejo les contó que su Mary, la mula que lo llevaba al pueblo, se había asustado y huyó colina arriba, hasta meterse entre la vegetación que invadía unas viejas ruinas. Tras muchas dudas, al final Sir Garrick y el Oso de Salisbury decidieron ayudar al viejo, mientras el resto de caballeros se quedaban en el camino.

Cuando Garrik alcanzó lo alto de la colina, atravesando el follaje, llegó a un pequeño claro donde la mula se había atascado, al enredarse sus riendas entre las ramas. El caballero acercó su montura al animal, pero en ese mismo instante, el tronco de un árbol pareció derrumbarse sobre la mula, partiéndole el espinazo entre rebuznos de agonía.

El suelo temblaba, y un enorme rugido espantó los pájaros de los árboles. Las ramas se partieron cuando el enorme corpachón grisáceo de un gigante de tres ojos apareció en el claro, y el tronco que parecía derrumbado no era más que el arma de la criatura, que lo empuñaba como si de una porra se tratara.

El gigante, sin perder un segundo, arrancó una roca del suelo y la arrojó contra el caballero, que logró interponer el escudo a tiempo, evitando un golpe mortal. Sir Gunner, se abalanzó hacia el claro, y sin un ápice de temor, con sus venas ardiendo de furia guerrera, atacó sin dudarlo.

Más el gigante fue aún más rápido, y balanceando su tronco, impactó contra el caballero, desmontándolo con fuerza. Sir Langley que se acercaba al lugar de la batalla, vio caer al Oso de Salisbury como si un proyectil fuera, con el escudo abollado, la cota de mallas reventada y la sangre brotando de su cuerpo, indudablemente herido de muerte.

El Caballero de la Lanza clavó espuelas y pronto todos luchaban contra el gigante, que lanzaba terribles golpes contra Sir Garrick. Sin duda el destino, la suerte, y la habilidad del guerrero lo libraron de una muerte segura, mientras los demás herían una y otra vez al gigante, aunque ninguno de sus golpes era mortal.

El combate se alargó, el cansancio se empezaba a apoderar de los guerreros, que seguían sin poder acabar el combate. Mientras tanto, Sir Gunner notaba como la vida se escapaba de su cuerpo. El dolor era insoportable, el respirar era un infierno, y su vista se nublaba sin cesar.

Notó un movimiento, abrió los ojos, y pudo contemplar al anciano, que lo miraba con compasión, una sonrisa dibujada en sus resecos labios. El anciano puso las manos de huesudos dedos en las sienes del caballero caído, y dijo algo con un susurro.

- Aún no ha llegado tu hora, valiente caballero…-

Una calidez llenó por completo a Sir Gunner, que contemplaba extasiado como sus heridas habían desaparecido. Un millón de preguntas pugnaban por salir de los labios del caballero, pero el anciano negó con la cabeza.

- Pronto llegarán las respuestas, Sir Gunner, ahora tus amigos te necesitan. –

Cuando Sir Langley, que cabalgaba hacia su escudero para hacerse con una lanza, vio al Oso de Salisbury, ensangrentado y con la armadura mellada, pero corriendo a la batalla, sus ojos se abrieron como platos por la sorpresa, pero no tenía tiempo que perder, y continuó la eterna batalla.

Por fin, después de un largo rato, el gigante cayó como si fuera una montaña, haciendo retumbar el suelo con su enorme corpachón. En ese instante, unos aplausos llenaron el repentino silencio del claro, mientras el anciano que los había conducido hasta allí se acercaba riendo.
Los caballeros, extrañados, demandaron al anciano, que ya no caminaba encorvado, que les revelara su nombre. Sir Loic incluso le apuntó con su lanza amenazante.

- No hay necesidad de estas cosas, caballero – dijo el anciano. Apartó la punta de la lanza con desdén, y se quitó su andrajosa capa con un revoloteo. Cuando Loic miró su arma, vio que era un simple palo de caminante, y donde se hallaba un anciano, se encontraba un hombre en la plenitud de su vida, de cabello negro y barba recortada.

Sólo una persona era capaz de esgrimir esos poderes mágicos con tanta facilidad, y esa persona no era otra que el sabio Merlín, el Archidruida de Britania.

Merlín, con una sonrisa, se dirigió a ellos con palabras amables.

- Habéis pasado la prueba, amigos. Ahora, reclamo vuestra habilidad para una importante tarea, de cuyo éxito dependerá el futuro del reino. Si me acompañáis, deberéis dejar a vuestros caballos y escuderos aquí, pues no pueden seguirnos allá donde vamos. –

Tras pronunciar estas palabras, se introdujo en el bosque a buen ritmo, apoyado en su hermoso bastón de serbal, con un halcón tallado en la punta. No hay que decir que los valientes caballeros aceptaron la misión que se les presentaba, maravillados ante la posibilidad de presenciar prodigios sin par.

Avanzaron por un sendero entre la vegetación, apenas un camino de animales, pero que parecía brillar de forma especial. La luz que se colaba entre las ramas iluminaba las hojas y las flores, que parecían tener los colores más vivos, brillar con más intensidad que nunca. El sendero cambiaba según avanzaban, y si miraban atrás solamente había más bosque, el camino parecía haberse desvanecido.

Por fin, alcanzaron un lago, de aguas frías y cristalinas, donde la bruma avanzaba sinuosa por la líquida superficie. Allí, a su orilla, Merlín se volvió a dirigir a ellos.

- Ahora caballeros, solicito vuestra protección, pues necesito tiempo para obrar mis encantamientos. Estad atentos, pues de vosotros depende el destino de Rey y de Britania. –

Dicho esto, se volvió hacia el lago, con los ojos cerrados, y comenzó a murmurar palabras en un idioma desconocido.

Casi en ese momento, se escuchó un galope a lo lejos, y los caballeros se aprestaron para defender al druida, que estaba inmerso en su magia. El cabalgar se acercó más y más, hasta que entre el follaje salió un jinete empuñando dos espadas.

Los caballeros pensaban que se enfrentaban a un hombre, pero pronto se dieron cuenta de su error cuando, al acercarse vieron que jinete y montura formaban un solo ser, construido de algas, limo y ramas. De pronto, dos brazos más brotaron del torso de la criatura, que se enfrentó a los cuatro caballeros sin dificultad.

La lucha fue breve pero encarnizada, y los caballeros pronto lograron abatir a la bestia, que se deshizo en algas y barro con un sonido asqueroso. Merlín finalizó su canto y entre las brumas surgió una barca, construida en madera blanca, que navegó sola hasta la orilla, como si esperara por ellos.

Todos embarcaron, y de nuevo, sin mano que la dirigiera, el blanco navío surcó las tranquilas aguas, hasta la zona central del lago. Mientras navegaban, unas criaturas anfibias, con las bocas erizadas de dientes, les atacaron, pero consiguieron acabar con ellos sin dificultad.
Repentinamente, las aguas volvieron a la normalidad, y la barca se detuvo por completo.

Un rayo de luz cayó sobre el lago, y durante unos momentos, pareciera que se escuchara una música angelical. La superficie líquida fue quebrada y un delicado y pálido brazo femenino surgió, empuñando la espada más hermosa que aquellos hombres jamás habían visto.

Merlín recogió aquel regalo, envolviéndolo en un paño de seda roja, y volvieron a la orilla. Allí, agradeció su ayuda, y desapareció, dejando a los caballeros solos, prestos a volver a Sarum para contar al Conde lo extraordinario de su aventura.

14 comentarios:

Sir Garrick dijo...

FALACIAS!!! SE HAN CONTADO FALACIAS EN ESTA AVENTURA!!!

MALDIGO A GAELDAS EL BARO!!!

Sir Garrick derrotó al gigante el solo, y Sir Gunner se comió la ostia que lo salvo de la muerte...

FALACIAS!!!

Emmm buen relato... xD y buena partida... a ver si el sabado repetimos...

Un saludo

mondragon lasombra dijo...

"...entre el follaje salió un jinete empuñando dos espadas."

Y Gunner gruñó al verlo:

-Por fin hablais mi idioma, brujo.

PD: Voy reservando el sabado para los jovenes caballeros ;)

Alsharak dijo...

Bueno, quizá no sea un relato fiel a la realidad, pero ya sabes que en la edad media, las historias iban cambiando con el boca a boca y eso...

Y que hubiera sido aburrido el combate real (defiendo, le hago un pisco daño, asi turno tras turnos, mientras los otros mariposean a su alrededor xd)

Y no recordaba la frase de Sir Gunner jaja. Me la apunto!

Anónimo dijo...

Que psicodélica la imágen de la Dama del Lago jajaja.
No te preocupes sir Garrick, que Gaelas el bardo probablemente aún no ha nacido y por tanto es normal que no sepa los pormenores, pero nos aseguraremos que te llamen matagigantes, a ver si con un apodo chachón consigues agenciarte a la pija.
Por lo demás, máster, sólo puedo preguntarme que les depara el destino a los alegres caballeros, ahora que han visto gigantes, druidas y diosas natatorias.
Un saludoo

Loic ap Tonan dijo...

El mensaje anterior es mío xD

Sir Garrick dijo...

Mmm pues si no fuera porque lo has dicho, lo hubiera atribuido al caballero de los planes de palo...

Jaajajja

Referente a lo que hablabamos en el otro post, sobre la ambientación, si queréis saber más sobre perseus o algo similar, os paso la dire donde tenemos todo lo que hemos creado para Perseus y eso..

www.perseus-rpg.com/rol

Os registrais, leeis, opinais y asi de paso tenemos otros puntos de vista que nunca esta de mas :P

Graciasss

Un saludo

PD: A ver si la pija cae igual q el gigante... jajja

Anónimo dijo...

Dios... usurpando mi anómima personalidad... esto es un ultraje mi buen Loic. Por cierto, un detalle del que quería dejar constancia. Pedazo de investigación profunda que hizo sir garrick, ese "- ¿Mira, qué pasa con tu hermano?" no tiene precio, vamos que ni el CSI de las narices a la hora de investigar xD.

Buena narración si señor... aver si este sábado hago algo digno que me reporte el honor del que soy merecedor de una vez por todas.

Sir Gunner, nos veremos las caras pérfido chacal!!

Sir Loic, será un honor empuñar las armas a su lado.

Sir Garrick, dígale a su hermana que me retrasaré hoy...

xDD

Alsharak dijo...

Definitivamente, le hace bien al blog poner entradas de Pendragón, que vamos en plan record de comentarios.

Por otro lado, las negociaciones han sido fructuosas, y puedo confirmar en un 99% que habrá partida el saturday night live, además los participantes han confirmado su presencia por completo.

A ver que tal les va a los jóvenes caballeros, sobre todo a Sir Garrick, que necesita urgentemente una mayor economía, si quiere impresionar a Lady Adwen xddd.

En principio, si me ciñera a la campaña oficial, se acabaría el año 486 ya, pero antes teneis que solucinar un asuntillo con cierto noble y sus "alegres bandidos del bosque".

Saludos!!

Alsharak dijo...

Por cierto, me molaría que fuerais buscando imagenes de como son vuestros personajes.

Da igual que no sean medievales y tal, es más bien para saber el aspecto que tienen, que quiero currarme un apartadillo en el blog para colgar a los pesonajes.

Saludos!

Loic ap Tonan dijo...

Pues bueno, Dani-sama, resulta que me dió por hacer un boceto de la cara de Loic y al final me resultó algo medianamente humano.
No es una foto, pero bueno, al menos servirá de algo (para que la pongáis en la lápida del caballero de la lanza, ahora caballero juramentado, porque al primer golpe decente me comen xD)
Un saludoo

Alsharak dijo...

Ok, si puedes y tienes escaner, pásamela al correo. No creáis que me he olvidado de las últimas aventuras vividas por los Caballeros, pero como me estoy terminando de mudar para mi new home, he estado liaillo.

Y algo tendremos que hacer con el Caballero Juramentado, porque me estoy viendo venir que va a necesitar muuuuuucha "quirurgía".

Saludos!

Loic ap Tonan dijo...

Mientras las tiradas de los sajones sigan en plan "te impacta" (sonido de dados) "te hace... 12 de daño..." igual hasta juro no llevar cota de malla xDD
Fijo que ahora por hacerme el gracioso, la dama del lago me castiga y me zumban un crítico.
Y ciertamente, espero la narración, y quiero que le des al juramento más protagonismo que a Garrick y sus gigantes imaginarios jajja.
Un saludoo

Alsharak dijo...

Si si, pero no te emociones mucho, que el otro día, repasando las reglas del manual, me di cuenta que hacíamos una cosa mal... así que igual ahora os lleváis más hostias!!

Si es que ya decía yo que eran muy blanditos...

Saludos

Sir Garrick dijo...

Blanditos mola... asi caen como moskas... xD

Loic la vas a armar... xD

Un saludo